La obra ha sido pensada como una aproximación para que el estudiante y el estudioso de la historia tengan una visión más completa de lo que fueron la educación y la enseñanza en la Europa moderna. El texto se divide en dos grandes apartados: el primero dedicado a cuestiones teóricas o de pensamiento pedagógico y el segundo estudia los niveles más prácticos e institucionales del fenómeno educativo.